La calificadora Fitch dijo que un aumento de los aranceles a los productos mexicanos, impactaría a un limitado número de sectores.
Indicó que durante los 23 años de existencia del TLCAN, las empresas desarrollaron cadenas de suministro complejas que se extienden por toda la región.
Muchos proveedores de autopartes mexicanos, por ejemplo, son los únicos proveedores en la región para ciertos componentes con infraestructura de fabricación en múltiples localidades.
Actualmente, la producción de autos de Estados Unidos está en torno a 95% de su capacidad, por lo que no sería posible cambiar la producción en el corto plazo.
Esto no significa que se deba descartar el riesgo para estos sectores, ya que hay un grado alto de incertidumbre en cuanto a la renegociación inminente del tratado.
Fitch agregó que la paridad del tipo de cambio y la desaceleración de la inversión extranjera directa pueden afectar a la economía de México en general.
Bajo este escenario, las industrias cíclicas y enfocadas solo al mercado interno, como las empresas comerciales o los productores de bebidas alcohólicas, pueden enfrentar desafíos a medida que disminuye el gasto de los consumidores.
En un escenario bastante adverso, que Fitch ha observado en otros mercados, la desaceleración puede afectar la disponibilidad de capital y provocar un riesgo de refinanciamiento para las empresas en crisis.