Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, creó la figura de delegados estatales, los cuales tendrán como función cuidar que los recursos que se envíen a las diferentes entidades del país sean efectivamente canalizados al bienestar de las familias y sin intermediarios.
Habrá 32 delegados estatales y 264 regionales. De acuerdo con algunos nuevos delegados, dentro de las funciones es que los recursos públicos no vayan "a la bolsa de los gobernadores", no los toquen ni ellos, ni un diputado o un Alcalde y tampoco cobren moche por su asignación.
Los delegados se coordinarán con el ejército y fuerzas federales para las tareas de seguridad, revisen padrones de beneficiarios y consulten directamente con comunidades las obras de gobierno.
Esta nueva figura sustituirá a las delegaciones federales que cada secretaría de estado tiene en las distintas entidades del país.
Los enviados presidenciales han sido denominados como Delegados de Programas Integrales de Desarrollo. Habrá un delegado general por Estado y en promedio 8 regionales por entidad, para sumar 296 en todo el País.
Tendrán comunicación directa con el presidente y realizarán acuerdos con los Secretarios de Estado.
Olga Sánchez Cordero, designada para encabezar la Secretaría de Gobernación, informó que los delegados manejarán los recursos que a través de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), siempre ha manejado el gobierno federal.
Sánchez Cordero aclaró que no se interferirá con la actividad de gobernadores, la instrucción a los delegados es evitar que esos recursos sean tocados por los ejecutivos estatales.
Los futuros operadores del gobierno federal, por el momento, serán coordinados por Gabriel García Hernández, ex secretario de Organización de Morena.