La economía de México caerá entre 6% y 12% y el grado final dependerá del plazo para la apertura de la economía de EU y su recuperación, la aplicación o no de medidas contracíclicas, así como lo que dure el confinamiento para enfrentar la actual pandemia generada por el COVID-19.
Por lo pronto el consumo privado muestra un acelerado deterioro por el aislamiento y la afectación a la capacidad de gasto de las familias, al grado de que para la última semana de marzo dicho indicador mostraba una caída real promedio del 3.9%, y en la primera de abril ya se estaba en 18.3%.
El BBVA puntualizó que en los primeros días de abril la baja en el consumo fue del 26.5% en términos reales y que el mayor impacto se dio en los rubros más sensibles a las medidas de aislamiento social, como por ejemplo el turismo que sufrió un desplome del 83.7% en términos reales. También los servicios de entretenimiento disminuyeron 84.4% en el mismo lapso.
Por si fuera poco, la institución financiera destacó el pésimo entorno que se muestra la inversión privada, esto debido a las recurrentes malas decisiones de política económica y por la ausencia de medidas significativas de apoyo fiscal que ponen en riesgo de quiebra a muchas empresas de todos los tamaños.
Consecuentemente el empleo también se ha desmotivado y en marzo sólo creció en términos anuales 0.7%, pero además ya se puede anticipar una mayor pérdida de fuentes de trabajo a diferencia de recesiones anteriores. Se estima que se perderán entre 893 mil a 1.1 millones de puestos de trabajo, aunque esta cifra incluso puede crecer si el periodo de distanciamiento social para controlar el COVID-19 se prolonga.