El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) detalló que la tasa de informalidad bajó a 56.5% de la población ocupada.
Los trabajadores informales son aquellos que prestan servicios a unidades económicas, su situación laboral los vuelve vulnerables porque su fuente de trabajo no reconoce el vínculo laboral o no cuenta con seguridad social.
El organismo también advirtió sobre un descenso en el número de personas ocupadas en el sector informal, es decir, negocios por cuenta propia, etcétera.
Este segmento de los ocupados alcanzó 26.4% de la población con un empleo. Este contexto también reveló un ligero incremento en la tasa de desocupación de la economía, la cual cerró el mes en 3.6% de la Población Económicamente Activa (PEA). Con ello se iguala el nivel de desempleo del inicio de año.
De igual forma, la población subocuapada, que son las personas que ya cuentan con un empleo, pero tienen la necesidad y el tiempo para trabajar más horas, subió a 7.2% de la gente con trabajo, la mayor proporción desde febrero pasado.