Biden aboga por su plan de infraestructura ante amenaza de China, y AMLO muestra disposición a Harris en migración

Mientras el jefe de la Casa Blanca, Joe Biden hizo el miércoles un encendido llamado a las empresas estadounidenses para que paguen por su plan de infraestructura de más de 2 billones de dólares, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo su primera llamada con la vicepresidenta de EU, Kamala Harris para atender el asunto migratorio en Centroamérica.
López Obrador dijo que existe disposición por parte de México para sumar voluntades en el combate al tráfico de personas y protección de los derechos humanos, sobre todo de niñas y niños.
Cabe recordar que la conversación se da en medio de una campaña del gobierno del presidente Biden para enfrentar la migración desde México y Centroamérica, especialmente desde el llamado Triángulo del Norte, conformado por El Salvador, Guatemala y Honduras.
En cuanto al plan de infraestructura que Biden empujó hoy  dijo que estaba dispuesto a negociar pero aseguró que “tenemos que pagar por esto”.
En su discurso para dar impulso a sus planes que enfrentan una dura oposición de los republicanos, de las grandes empresas e incluso de algunos miembros de su propio Partido Demócrata, dijo que no aceptaría no hacer ningún cambio en materia de impuestos y gasto en infraestructuras.
Y es que argumentó que la posición de EU como potencia mundial estaba amenazada por China si no podía realizar las inversiones que él esbozó.
Cuestionó si  “¿creen que China está esperando para invertir en su infraestructura digital, en investigación y desarrollo?”, y respondió que “se los prometo. No están esperando. Pero cuentan con que la democracia estadounidense es demasiado lenta, demasiado limitada y demasiado dividida para seguir el ritmo” y agregó que “no podemos permitirnos demostrar que tienen razón”.
Como se sabe el plan del presidente considera inversiones en ocho años para la construcción de carreteras y puentes, el acondicionamiento de viviendas, la ampliación del acceso a Internet de banda ancha, la atención a los ancianos, la financiación de fábricas y la construcción de trenes de alta velocidad.
Biden ha propuesto que el plan no aumente la deuda del país a largo plazo. La mayor parte del financiamiento provendría de un incremento de la tasa del impuesto de sociedades hasta el 28%, desde el 21% establecido por la rebaja fiscal de 2017 del expresidente Donald Trump.
Además el gobierno dio a conocer más detalles el miércoles sobre los componentes fiscales del plan, que también incluyen mayores gravámenes a las ganancias de las empresas en el extranjero, un nuevo impuesto mínimo sobre las ganancias que las compañías informan a los inversionistas y la financiación de más funcionarios del Servicio de Impuestos Internos.
De acuerdo con el esquema del Departamento del Tesoro estos esfuerzos recaudarían 2.5 billones de dólares en 15 años.