La crisis por la que atraviesa la industria nacional del acero tiene su origen en los excedentes de este metal en el mercado internacional, debido al menor crecimiento económico mundial, pero sobre todo a la desaceleración de la economía de China, que a su vez propició una sobre-producción de acero que, al no poder colocar en el mercado doméstico, se envió al resto del mundo.
Estos aspectos provocaron un excedente de producción en el mercado global, en el que México no es la excepción, por ello es que los industriales del acero solicitaron a la Secretaría de Economía la aplicación de un alto arancel a la importación de acero proveniente de China, pues si no se aplicaba varios de los 500 mil empleos que existen en el sector se podrían perder.
La dependencia resolvió aplicar un arancel de 15% desde octubre de 2015, a un grupo de familias de acero laminado en frío y caliente, placa planchada y alambrón, procedentes de países con los que México no tiene tratados de libre comercio.
En 2016, las importaciones de acero laminados más derivados lograron reducirse 2.8% con respecto a 2015, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (CANACERO).
El año pasado las importaciones originarias de China cayeron 51.8%; las de de Taiwán 30% y las de Corea del Sur 7%.
Para el 6 de abril de 2017 la Secretaria de Economía informó que extendería seis meses más la aplicación del arancel de 15%.
México es el segundo productor de acero en América Latina y el décimo tercero a nivel mundial. Por ello, los industriales señalan que es fundamental trabajar en medidas que permitirán combatir con prontitud la avalancha de importaciones.
Destacaron que a pesar de la reducción de las importaciones, en 2016 estas representaron el 32% de consumo aparente de productos laminados y derivados.