Los ingresos totales del sector público en 2017 registraron una reducción anual por primera vez en 8 años.
Al cierre de diciembre los ingresos totales del sector público sumaron 4 billones 947 mil millones de pesos, una caída real de 3.7% frente a lo que se obtuvo en 2016, según el Informe Sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública de la Secteraría de Hacienda, (SHCP).
Tanto los ingresos petroleros como la recaudación mostraron variaciones anuales negativas. El Impuesto al Valor Agregado (IVA), que desde 2014 representa cerca de 16.5% de los ingresos totales, tuvo una caída real de 2.8%, al sumar 816 mil millones de pesos.
En el caso del Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS) la reducción fue de 15.7% derivada de menores ingresos por concepto de gasolinas y diesel, a consecuencia de los estímulos otorgados para suavizar el incremento en los precios de estos energéticos.
En cuanto el Impuesto Sobre la Renta (ISR), que representa casi una tercera parte de los ingresos totales, la caída fue de 4.3% superior a lo obtenido en 2016, en términos reales.
Los ingresos petroleros disminuyeron 23.6%, mientras que los recursos que obtiene el gobierno federal crecieron en 33.8%.
Sin embargo, en el 2017 se logró por primera vez desde 2008 un superávit primario en las finanzas públicas, pero a costa de reducir drásticamente el gasto programable y la inversión.
El superávit en las finanzas fue equivalente al 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB) que contrasta con el déficit de 0.4% de 2013 cuando inició el sexenio.
Lograr un superávit primario era uno de los principales objetivos en materia hacendaria de la actual administración, y una de las medidas con la cual se buscaría la consolidación fiscal.
Este balance primario se define como la diferencia entre ingresos y gastos, pero sin considerar el costo financiero de la deuda.
Sin embargo, para lograr esta meta, en 2017 el gasto programable, que suma todas las erogaciones destinadas a operación de gobierno, subsidios, pensiones e inversión, se redujo 12.7% real, comparado con el año previo.
El informe destaca sobre todo el castigo a la inversión en obra pública, que durante 2017 se desplomó 26.3%, una reducción histórica.