El anuncio de la salida del gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, ocurre en “mal momento”, pues 2017 será un año altamente volátil para México ante el inicio de la gestión de Donald Trump en Estados Unidos, así como el inicio de la normalización de la política monetaria en ese país, lo que aportará a la depreciación del tipo de cambio en el corto plazo, al tiempo que queda en suspenso el nombramiento del nuevo líder del banco central, consideró Eugenio López Garza, director general de Fitch México.
“El momento (de la renuncia de Agustín Carstens) no es el mejor. El día 9 de noviembre emitimos un comunicado de prensa después de las elecciones en Estados Unidos en el que hablamos de que hay un entorno incierto y este es un elemento más de incertidumbre”, dijo en entrevista con Don Dinero.
Agustín Carstens confirmó que dejará la gubernatura del Banxico el próximo 1 de julio, cargo que ocupa hace seis años, para tomar la gerencia general del Banco Internacional de Pagos, puesto que asumirá el 1 de octubre de 2017.
Eugenio López mencionó que la renuncia del funcionario ya mostró un impacto en el tipo de cambio, pues después de la confirmación (que ocurrió alrededor de las 10 de la mañana), el peso empezó a perder terreno frente al dólar.
Otro factor que generará presiones al peso será la incertidumbre sobre el sucesor de Agustín Carstens.
“Esto es un elemento de ver quién estará al frente del Banco y la propuesta que hará los próximos meses. Este es un elemento adicional para la volatilidad en el cortísimo plazo”, dijo el director de Fitch, quien espera que el Ejecutivo federal nomine al nuevo gobernador a más tardar en marzo del año entrante para que sea ratificado por el Senado de la República y asuma funciones en julio.
Además, la determinación del siguiente funcionario será crucial para el manejo de la política monetaria del país y la estabilidad del peso, pues enfrentará un entorno en el que Estados Unidos iniciará la normalización de la tasa de interés referencial, lo que tendrá impactos en la economía mundial y el tipo de cambio.
“Para el manejo de la política monetaria -en un entorno donde Estados Unidos normalizará su tasa de interés- quien esté al frente del Banco Central, es un elemento crítico”, comentó Eugenio López Garza.