El presidente de China, Xi Jinping, prometió reducir los aranceles a las importaciones como los automóviles, entre otros productos y se pronunció en pro de la apertura comercial.
El discurso pronunciado por el mandatario se interpreta como un intento por impedir que sigan incrementándose las tensiones por una posible guerra comercial con Estados Unidos, luego de que el presidente Donald Trump anunciara impuestos al acero y aluminio provenientes de ese país, y a otros productos.
Los comentarios de Jinping calmaron el nerviosismo que había en los mercados ya que este pronunciamiento significaría el inicio de un compromiso entre las dos naciones por llegar a acuerdos y que no se desate una guerra arancelaria entre las dos economías más poderosas del mundo.
El discurso de Jinping se dio en el Foro de Boao para Asia. Ahí señaló que China aumentaría el límite de participación extranjera en las industrias de producción de autos, buques y aeronaves, además de que aceleraría medidas para abrir el sector financiero.
El mandatario afirmó además que "la mentalidad de guerra fría" y la arrogancia habían quedado obsoletas. Por su parte, el viceprimer ministro, Liu He, señaló que incluso ya se había prometido en el pasado Foro Económico Mundial en enero que China desplegaría nuevas medidas de apertura de la economía este año.