Otro país al que afectaría la política proteccionista de Donald Trump sería a China, pues si el presidente de Estados Unidos decide imponer aranceles de 10% a las importaciones del país asiático, el envío de mercancía podría bajar hasta 25%.
Actualmente, China es la segunda economía más grande del mundo y como tal es la segunda consumidora más importante de crudo y representa el primer lugar en compra de cobre, pues abarca 40% de la producción mundial, pero en caso de una debacle en sus exportaciones su ritmo de crecimiento económico podría desacelerarse un punto porcentual, situación que repercutiría en los precios internacionales de estas materias primas, que apenas muestran un ligero repunte.
De acuerdo con el banco Ve Por Más, en ese escenario, el crecimiento económico anual de China disminuiría hasta 6.5%, contra una expansión de 10.6% en 2010.
“En caso de que tomara represalias (muy probable), el comercio con Estados Unidos también sufriría y su crecimiento económico podría caer hasta un cuarto de punto porcentual. Para evitar esa guerra comercial, China podría tomar medidas como promoción del turismo de salida o la apertura de las industrias de servicios como las empresas y las finanzas a la Unión Americana", estimó la entidad financiera.
Además de los daños a Estados Unidos y China una guerra comercial afectaría a naciones como Corea del Sur y Taiwán por su relación cercana a las cadenas mundiales de suministro.
La posición proteccionista de Trump amenaza con descarrilar el crecimiento de las economías dependientes de las exportaciones de todo el mundo debido a las amenazas de impuestos comerciales a países como China, México y otras naciones, que culpa por la pérdida de empleos manufactureros en Estados Unidos, finalizó el banco.