A partir de que Donald Trump ganó la presidencia de Estados Unidos y que comenzó a señalar que cambiaría las reglas comerciales con México, los consumidores nacionales optaron por adquirir marcas domésticas.
Este comportamiento tomo fuerza el 20 de enero, cuando Trump asumió la presidencia del vecino país.
En redes sociales diferentes iniciativas buscaron incentivar el consumo de productos nacionales. Uno de los ejemplos de estas iniciativas ciudadanas fue el uso del hashtag #AdiósStarbucks.
En este entorno la marca operada en México por la empresa Alsea, señaló que desde su llegada al país invirtió millones de dólares, con lo que logró crear más de siete mil puestos de trabajo en más de 560 cafeterías.
Recordó que en sus establecimientos alrededor del mundo se consumen granos de café cosechados en Chiapas.
No obstante, de enero a la fecha ocho de cada 10 mexicanos planea o ya adquiere marcas mexicanas, de acuerdo con la firma Kantar WorldPanel México.
La firma, encabezada por Fabián Ghirardelly señaló también que el 47% de los mexicanos ya adquiere productos hechos en México y cambió los lugares de compra.
El presidente Enrique Peña Nieto señaló en febrero que el momento que vive México es crucial para el presente y el futuro, por lo que anunció el relanzamiento de la marca “Hecho en México”, cuyo objetivo es producir productos de calidad, que sean competitivos en el mercado interno y en el internacional.
Como quiera de acuerdo con los expertos como Enrique Cárdenas, director del Centro Espinoza Yglesias, las amenazas de Trump y la depreciación del peso frente al dólar impulsan a las marcas mexicanas, porque los consumidores comenzaron adquirirlas, probarlas y si son de calidad y cumplen sus expectativas regresan por ellas.