De acuerdo con la séptima Encuesta de CEO en México de PwC 2016, el 90% de los directores de empresas considera que la corrupción y el soborno son la principal amenaza para los negocios.
Además, la Encuesta de Delitos Económicos de PwC 2016, reveló que una de cada cinco organizaciones en México fue víctima de estos delitos en los dos últimos años.
Por esta razón para el Foreing Corrupt Practices Act (FCPA) en Latinoamérica, México es un país con muy alto riesgo en temas de corrupción, lo que inhibe las inversiones.
Juan Manuel Chaparro, presidente de Fomento Industrial de la Cámara de Nacional de la industria de la Transformación (CANACINTRA) dijo que las empresas mexicanas invierten hasta 11% de sus costos de operación en corrupción, lo que les impacta más que la incertidumbre por la relación comercial con Estados Unidos, tras la llegada a la presidencia de Donad Trump.
Destacó que las autoridades deben erradicar este mal porque daña a la planta productiva, sobre todo a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes), pues estas prácticas pueden llegar a detener las operaciones de una empresa, y cuando el objetivo es fortalecer el mercado interno, estos hábitos son bastante nocivos.
De acuerdo con datos del INEGI en los estados de México, Sinaloa y Chihuahua se registran las mayores tasas de incidencia de corrupción, que van hasta 60 mil actos de corrupción por cada 10 mil habitantes, es decir, cada habitante sufre seis actos de esta naturaleza.
Por su parte, Gustavo de Hoyos, presidente de COPARMEX condenó el aplazamiento del proceso de nombramiento del titular de la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción, pieza central del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), pese a que el tema es identificado en diversas evaluaciones internacionales, como el principal obstáculo para los negocios y la competitividad en México.