Esta semana el presidente Donald Trump y los líderes republicanos podrían presentar su reforma fiscal, en la cual se espera una propuesta para reducir la tasa impositiva corporativa de 35% a 20% y recortar la tasa individual máxima a 35%.
El primer mandatario dijo que su intención es bajar la tasa de impuestos empresarial hasta 15%, sin embargo, Congresistas republicanos e incluso miembros de su administración, consideran que no es viable ese objetivo, por lo que los especialistas estiman que se tratará de una reducción de 20 puntos.
Desde su campaña electoral, Trump prometió un nuevo marco fiscal que reduzca las tasas que pagan las empresas y la clase media, con el fin de “traer de vuelta los empleos” a su país.
El presidente del vecino país dijo que su plan será la “reforma más importante al sistema tributario en tres décadas y que la propuesta ya está finalizada, lista para presentarse".
Una de las expectativas se basa en la decisión de la Casa Blanca sobre si se propondrán medidas para reducir impuestos para los más ricos, pues el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha dicho que esta reforma no incluiría incentivos para los individuos y familias más acaudalados.
Lo cierto es que tanto el secretario del Tesoro y el director de Consejo Económico Nacional, Gary Cohn, están operando políticamente para abrir paso a la propuesta de Trump entre los líderes republicanos, a fin de que respalden la iniciativa, lo cual es de gran importancia para el gobierno estadounidense luego de la derrota de su planteamiento para cancelar y reemplazar el Obamacare.
Un reporte de Citibanamex, elaborado por Dirk Willer, se refiere a la propuesta que ha externado Trump sobre la repatriación de ganancias del exterior a una tasa menor.
Destacó que si esta medida se aprueba y si las empresas deciden llevar a EU parte de sus ganancias en el exterior, habría un impacto en los tipos de cambio, tanto en las monedas G10 como emergentes.
Recordó que, en 2005, Estados Unidos repatrió 360 mil millones de dólares, una cantidad sustancialmente mayor que los 60 mil millones de dólares repatriados en promedio en los 5 años previos.
Actualmente, las ganancias de empresas norteamericanas en el exterior son mucho mayores que las de 2005.
“En términos de divisas, basado en la experiencia de 2005, las más presionadas serían las del G10, en particular el euro, la libra y el franco suizo. En mercados emergentes el impacto es más limitado, pero las monedas más expuestas son el peso mexicano y el dólar de Singapur”, destaca.
En México, las empresas de EU tienen un importante porcentaje invertido debido al lazo que hay con el TLCAN, por lo que estimó que estos recursos sean de alrededor de 58 mil millones de dólares en utilidades en nuestro país y al utilizar la tasa de repatriación de 2005, ganancias por 4.7 mil millones abandonarían al país.
“Sin embargo, en caso de que las negociaciones del tratado fallen ─el cual no es su escenario base─, la cantidad de recursos repatriados podría ser mucho mayor que lo visto en 2005”, sostiene.