El crecimiento potencial de América Latina y el Caribe ha caído al 2.5% desde el 4.1% estimado en 2012, alertó el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Para este año, se espera una tasa de crecimiento del 1% y una aceleración al 1.9% en 2018 en la región, indicó el organismo, en el marco de la novena reunión de Ministros de Finanzas de las Américas y el Caribe.
En este encuentro se concluyó que la región respondió a la crisis financiera internacional con políticas fiscales que, privilegiando el gasto corriente, tuvieron efectos positivos sobre la pobreza, pero contribuyeron poco al aumento del crecimiento real y potencial.
Los ministros de la región asistentes a esta reunión coincidieron en que es necesario mejorar a nivel nacional la eficiencia del gasto, incrementar las inversiones en sectores estratégicos como infraestructura y educación, y promover la inclusión financiera, con atención particular a la perspectiva de género.
De igual forma, destacaron las oportunidades de la cooperación regional, para promover plataformas que impulsen la reducción del costo del financiamiento, una integración comercial más profunda, e iniciativas colectivas orientadas a aprovechar las nuevas tecnologías.
“Impulsar de manera sostenida el crecimiento económico es el mayor desafío de nuestra época. Tras la desaparición del bono demográfico y el agotamiento del auge de las materias primas, para crecer a tasas competitivas con las asiáticas necesitaríamos duplicar la inversión o el crecimiento de la productividad,” afirmó Luis Alberto Moreno, presidente del BID.
Para ello, los países de la región deben impulsar políticas individuales, y apalancar colectivamente el potencial de la integración regional y del progreso tecnológico” dijo.
En tanto, Luis Andrés Caputo, Ministro de Finanzas de Argentina, afirmó que “estamos ante la oportunidad histórica de consolidar el progreso de nuestra población y de seguir reduciendo la pobreza. Para eso necesitamos crecer más y mejor”.