Los contratos petroleros firmados hasta hoy no sirven para la modernización de la industria, ni para producir, sino que son un mera especulación financiera, así lo señaló Andrés Manuel López Obrador, candidato a la presidencia de la República por Morena.
López Obrador señaló que “se va a acabar el bandidaje oficial”. Estas declaraciones se dieron un día después de que se realizó la Ronda 2.4 en donde se asignaron importantes contratos en aguas profundas del país.
Esta fue considerada como la licitación más esperada e importante desde la promulgación de la reforma energética, la cual busca modernizar y atraer inversiones extranjeras al país.
Hasta este momento, de acuerdo con varias encuestas, AMLO encabeza las preferencias de la población para la presidencia de México.
Justamente este tipo de aseveraciones hacen que inversionistas vean a López Obrador como un riesgo.
El país ha adjudicado cerca de 90 contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos como parte de la reforma energética aprobada entre 2013 y 2014.
Apenas el miércoles pasado el gobierno licitó 19 bloques en aguas profundas del Golfo de México. La petrolera Shell fue la que se adjudicó el mayor número de contratos. La autoridad espera obtener unos 93 mil millones de dólares en inversiones por los campos asignados.