Aunque el margen de maniobra está limitado por las partidas etiquetadas sí hay de donde echar mano del presupuesto para obtener los recursos necesarios para la reconstrucción de vivienda, escuelas e inmuebles considerados patrimonio cultural dañados por los sismos ocurridos este mes, señaló Sunny Villa, Directora de Gasto Público del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En este proceso es fundamental la participación de recursos de los estados y municipios y de los órganos autónomos que no han sido tocados en sus presupuestos pese a los recortes, señaló.
Incluso, no se descarta que los gobiernos estatales que eliminaron el pago de la tenencia deban aplicar de nuevo esta contribución a fin de aumentar los recursos necesarios para la reconstrucción, dijo la experta.
Además, advirtió, se debe tomar en cuenta que parte de los recursos asignados al Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) están asignados para reconstrucción de infraestructura de eventualidades ocurridas en 2015.
Esto debido a que la liberación de dichos recursos no es automática, sino que debe seguir un proceso normado que lleva tiempo, explicó.
El presidente Enrique Peña Nieto indicó que los costos estimados por los sismos del 7 y 19 de septiembre que causaron daños en Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Puebla, Morelos y Guerrero, ascienden a 38 mil 500 millones de pesos.
De acuerdo con la especialista del CIEP, el 77% del presupuesto está etiquetado, por lo que sólo se puede hacer una reasignación dentro del 23% restante.
Es por ello que difícilmente se llegará a esa cantidad si los estados no colaboran, pues no sólo es responsabilidad del gobierno federal, sino también de las autoridades locales.
Cada estado y municipio debe tener un fondo para desastres y, más aún, la ley de disciplina financiera obliga a los estados y municipios a reservar una parte de su presupuesto para contingencias y para tener este tipo de aseguramiento, destacó.
Además, existen los recursos con los que se negocia en la Cámara de Diputados en los procesos de aprobación del presupuesto y que luego aparecen como fondos dentro del Ramo 23, recordó Villa.
La mayor parte de los recursos para la reconstrucción se ejercerán en 2018. Para atención inmediata están los recursos asignados a programas de empleo temporal, como los que ejercen de manera coordinada la SCT, Sedesol y Semarnat, por lo que se prevé que de ahí se obtengan recursos de primera instancia y ya después se definirá qué proyectos entran dentro del FONDEN, señaló.