Durante 2017 el déficit en la cuenta corriente que registra la relación comercial de bienes y servicios del país con el exterior, así como los pagos a factores de capital de México al extranjero y viceversa, disminuyó 17.51% anual, a 18 mil 831 millones de dólares de acuerdo con datos del Banco de México (BANXICO).
Ese desequilibrio se erigió como el menor en un quinquenio tanto en monto como respecto al tamaño de la economía medida por el Producto Interno Bruto (PIB) que el año pasado representó 1.6%.
Apenas en 2016, el desequilibrio en la cuenta corriente (sector externo) había sido equivalente a 2.1% del PIB.
El déficit de la cuenta corriente se derivó de créditos por 477 mil 493 millones de dólares y débitos por 496 mil 324 millones de dólares.
La cuenta corriente registra la relación comercial de bienes y servicios del país con el exterior, así como los pagos a factores de capital de aquí al extranjero y viceversa, además de transferencias de recursos como remesas familiares.
Un menor desequilibrio externo reduce la vulnerabilidad de la economía de México a los choques externos y abona a que el déficit pueda ser financiado porque hay menores necesidades de dólares para la economía; en cambio, cuando crece aceleradamente la situación se complica.
El menor déficit en 2017 respecto a 2016 reflejó, principalmente, el mayor saldo de la balanza de productos no petroleros, el cual incluso registró un superávit en 2017, lo que se compara con los déficits observados en cada año entre 1996 y 2016.
También contribuyeron los mayores superávits en las cuentas de remesas y de viajes. En contraste, en 2017 el déficit de la balanza comercial petrolera continuó ampliándose.