El objetivo de México y la Unión Europea es que la novena ronda de negociaciones para la modernización del tratado de libre comercio que arrancó esta semana en la CDMX sea determinante, de tal manera que el décimo encuentro planteado para Bruselas sea sólo de protocolo.
En esta etapa de gestiones que se prevé finalice el próximo 22 de marzo con el subsecretaio de Economía, Juan Carlos Baker y Mauro Petriccione cabeza de la Dirección de Comercio de la Comisión Europea al frente, la meta es que se logren definir temas como acceso a mercados de bienes, reglas de origen, contratación pública, empresas propiedad del estado, comercio de servicios e inversión y propiedad intelectual.
Por igual deberán quedar claros en el Tratado de Libre Comercio Unión Europea México (TLCUEM) expedientes como mecanismos anticorrupción, mejoras en el proceso de solución de diferencias comerciales y aspectos legales e institucionales.
Hay que destacar que el intercambio comercial con la Unión Europea se ha triplicado en los últimos 17 años al pasar 20 mil 800 millones de dólares a 61 mil 700 millones de dólares en ese lapso.
Entre los aspectos que se ha encontrado una mayor resistencia está el de propiedad intelectual, la cual incluye indicaciones geográficas y que se ha convertido en un tema esencial para el rubro de lácteos puesto que la Unión Europea exigía protección para 58 quesos originarios de la región.
En este asunto el gobierno de la mano con la IP vía la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (CANILEC) han avanzado con propuestas que permitirían el uso de nombres como mozzarella, brie o camembert sin el lugar de origen como Bufala Campana, Meaux o Normandie, respectivamente.
Quedan pendientes las diferencias para 5 quesos, en este caso feta, gruyere, morbier, parmesano y el más importante, el manchego por el significado comercial que tiene aquí.
También hay temas en cerveza, algunos cítricos y el plátano por parte de la Unión Europea, en tanto que México buscaría una mayor apertura para las carnes de bovino y equino.