En los primeros cuatro años de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, el país gastó poco más de 1.6 billones de pesos (millones de millones) tan sólo en pagar los intereses del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, es decir, la deuda total del país.
Tan sólo al cierre de 2016, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) destinó 473 mil 34 millones de pesos para este sector, lo que representó 20 mil millones menos que el presupuesto asignado a Petróleos Mexicanos durante el año anterior.
Este problema está muy lejos de corregirse, pues en un año la deuda total del país se incrementó en 1.027 billones de pesos, al pasar de 8.904 billones en enero de 2016 hasta 9.931 billones al cierre del mismo mes de 2017, debido principalmente a la depreciación del tipo de cambio y la exposición del país a la deuda en moneda extranjera.
En el primer mes de este año, el saldo de la deuda externa alcanzó 3.695 billones de pesos, lo que representó 810 mil millones de pesos más que en el mismo lapso del año anterior.
Entre el 31 de enero de 2016 y el mismo día de este año, el peso perdió 14.7% de su valor frente al dólar, lo que encareció el saldo de la deuda externa.
Este factor también provocó que la proporción de los préstamos en moneda extranjera aumentara de 32.4% hasta 37.2%, lo que puede incrementar la inestabilidad de las finanzas públicas, pues también se encarece el costo financiero, es decir, los intereses que se pagan anualmente por cada préstamo.