Roberto Salinas, presidente del México Business Forum, detalló que de acuerdo con la capacidad de pago que tiene el país, así como el dinero que recauda la Secretaría de Hacienda, la deuda como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) no debería superar el 40%.
Sin embargo, en la actualidad, este indicador se ubica encima del 49% y el objetivo del gobierno federal es que se detenga en 51.4% para que a partir de 2018 empiece a disminuir.
Sin embargo, el encarecimiento del tipo de cambio complicará que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) pueda cumplir con la meta de congelar la deuda el año entrante.
El analista dijo a dondinero.mx que existen dos formas para reducir la relación de la deuda con el PIB. La primera es la recaudación fiscal, mientras que la otra es tener un crecimiento económico con tasas altas durante varios años.
Sin embargo, México incumple con cualquiera de las dos premisas, lo que limita la capacidad de disminuir la deuda y pone cada vez más cerca al país de tener una baja en su calificación crediticia.
En los primeros cuatro años de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, el país gastó poco más de 1.6 billones de pesos (millones de millones) tan sólo en pagar los intereses del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, es decir, la deuda total del país.
Tan sólo al cierre de 2016, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) destinó 473 mil 34 millones de pesos para este sector, lo que representó 20 mil millones menos que el presupuesto asignado a Petróleos Mexicanos durante el año anterior.