Un bajo crecimiento en el gasto del consumidor y una menor inversión de inventarios por parte de las empresas en Estados Unidos llevó a que esa economía creciera apenas 0.7% en el primer trimestre, su peor resultado desde el primer cuarto de 2014.
Este dato podría representar un nuevo revés para la estrategia de Donald Trump que busca impulsar el crecimiento económico a través de políticas proteccionistas.
La economía estadounidense creció a un ritmo de 2.1 por ciento en el cuarto trimestre de 2016.
El resultado fue inferior al estimado por diferentes agencias de información en Estados Unidos que esperaban entre 1% y 1.2%.