Las empresas de televisión por cable, así como algunos servicios de televisión bajo demanda fueron severamente afectados por la depreciación del tipo de cambio en los últimos dos años, al punto que fue insostenible mantener los precios sin cambios.
La primera cablera en incrementar el costo de sus paquetes fue Dish, que en febrero pasado anunció que la depreciación (en ese momento de 30%) obligó a subir sus costos 11% a partir de marzo de este año.
Las demás firmas lograron aguantar los embates del dólar hasta la segunda mitad del año. Para septiembre, IZZI anunció un alza de 4% al precio de paquete básico y en el internet que se aplicó desde octubre.
En el mismo mes, Netflix también cambió la tarifa en sus distintos paquetes que varió entre 6% para el Premium que permite acceder al servicio de televisión en línea en cuatro dispositivos al mismo tiempo, mientras que la posibilidad de tener dos aparatos conectados al mismo tiempo pasó de 109 a 129 pesos mensuales, un aumento del 18%, y el básico se encareció 10 pesos, por lo que ahora cada usuario paga 99 pesos.
Sky, parte de grupo Televisa, fue la última empresa que se subió al carro de los incrementos, pues apenas el jueves pasado anunció un alza de 6.6% en todos sus niveles, mismos que se aplicarán a partir del 3 de enero.
Todas las empresas de televisión por cable y las que ofrecen programación bajo demanda (OTT) compran sus contenidos internacionales en dólares, por lo que la depreciación del tipo de cambio encareció sus costos de operación y provocó que empresas como Televisa, que es dueña de IZZI y Sky, perdieran valor en la Bolsa Mexicana de Valores, pues pagan en dólares y cobran en pesos, circunstancia que complica sus finanzas.
Este factor, sumado a la caída en la audiencia, provocó que entre el 23 de septiembre y el 15 de diciembre de este año, el valor de la empresa de Emilio Azcárraga Jean disminuyera casi 20%, pues sus acciones pasaron de 102.4 a 83.62 pesos.