Las preocupaciones relacionadas con la oferta y la demanda, el endurecimiento de la política monetaria a nivel mundial, las expectativas de una desaceleración económica y posibles recesiones, así como la reapertura de China con una ola de salida de COVID-19 afectan los precios del petróleo que en las últimas semanas han perdido 10 dólares en promedio por barril; no obstate, ING considera que hacia el segundo trimestre del año se presentarán precios más fuertes por una mayor presión entre oferta y demanda.
De acuerdo con los expertos a estos factores en este 2023 hay que sumar las elecciones en Irak que podrían resultar en un incremento de la producción de dicho país.
Habrá que recordar que durante la primera semana del año, los precios del petróleo cayeron un 9.0 % en los dos primeros días de negociación, el peor comienzo de año desde 1991. El precio del crudo Brent cayó por debajo de los niveles del año anterior por primera vez en dos años, lo que favorecería, como señalar Reuters, el que “una inflación más amplia ha alcanzado su punto máximo y podría caer rápidamente en los próximos meses”.
Además se indica que el cambio anual en el índice de referencia de Estados Unidos, el crudo de referencia WTI también se ha vuelto negativo varias veces en los últimos dos meses. Los efectos base, es decir, los precios y la tasa de inflación en comparación con el mismo período del año pasado, han caído y podrían indicar una deflación en las materias primas energéticas, lo que podría intensificar la caída de la inflación general para acercarla al objetivo del 2 % de la Reserva Federal (FED).
Aún así, la institución ha señalado que no abandonará su postura agresiva y su determinación de luchar contra la inflación que es "persistente" y se encuentra en un "nivel inaceptablemente alto", según las minutas del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la reunión de diciembre recién publicadas.
Además el presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, James Bullard dijo que las perspectivas de un aterrizaje suave para la economía estadounidense han aumentado en comparación con el otoño de 2022, gracias a un mercado laboral fuerte y resistente.
No obstante, subrayó, la “tasa de política aún no está en una zona que pueda considerarse suficientemente restrictiva, pero se está acercando”. Agregó que persisten las preocupaciones sobre una recesión. La actual débil demanda de petróleo tanto en EU, como en China se suma a la perspectiva bajista a corto plazo sobre los precios del petróleo.
Los expertos de ING dijeron el jueves que “el mercado del petróleo parece estar mejor abastecido a corto plazo y es probable que los riesgos estén sesgados a la baja. Sin embargo, nuestro balance de petróleo comienza a mostrar un endurecimiento en el mercado desde el segundo trimestre hasta el final del año, lo que sugiere que deberíamos ver precios más fuertes a partir del 2T23 en adelante”.