China anunció este martes un plan para permitir a automotrices con capital totalmente extranjero invertir en su territorio en un plazo de cinco años, con lo que pondrá fin a las restricciones que han avivado una disputa comercial con Estados Unidos y han tensado las relaciones con otros socios comerciales.
Esta decisión supondría la eliminación de las normas que requerían que las firmas automovilísticas extranjeras presentes en China trabajaran a través de socios locales de propiedad estatal, lo que les obligaba a compartir su tecnología con competidores potenciales.
No quedó claro por el momento si el anuncio ayudará a flexibilizar la postura del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que había amenazado con subir los aranceles a las importaciones chinas estimadas en 150 mil millones de dólares, en respuesta a las quejas de que Beijing presiona a las empresas extranjeras para que entreguen su tecnología.
Los fabricantes de automóviles estaban esperando detalles desde que el presidente chino, Xi Jinping anunció la semana pasada que las restricciones a la propiedad se reducirían, al igual que los aranceles a la importación de automóviles.
Se anunció además que los límites a la propiedad extranjera de fabricantes de vehículos eléctricos se retirarán este año y se adoptarán medidas similares para los productores de vehículos comerciales en 2020 y de vehículos de pasajeros en 2022.
Hasta ahora, multinacionales como General Motors y Volkswagen no podían tener más del 50% de un emprendimiento conjunto con un socio chino y podían invertir en un máximo de dos sociedades conjuntas.