En su primera visita a la ONU, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una dura crítica a este organismo internacional.
Desde su punto de vista, la ONU no ha alcanzado su potencial debido a la burocracia y “mala administración”, por lo que instó a preocuparse más por la gente que por sus funcionarios.
A un día de que arranque la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente estadounidense cuestionó que los aumentos de presupuesto y personal en este organismo desde el año 2000 no están ofreciendo los resultados que deberían.
“No vemos resultados de acuerdo con sus inversiones. Debe centrarse en los resultados más que en los procedimientos. Para ello, animamos al secretario general a que use plenamente su autoridad para cortar la burocracia y reformar un sistema anticuado”, afirmó.
Y fue en ese momento cuando también aprovechó para, después del golpe, dar una caricia al secretario general de la ONU, António Guterres y señaló que es él quien está empezando a cambiar la situación rápidamente.
La “palmadita” de Trump a Guterres fue interpretada como conveniente por el papel que juega el organismo en el conflicto que mantiene Estados Unidos con Corea del Norte.
La semana pasada la ONU anunció la imposición de más sanciones a Corea del Norte por los ensayos nucleares de los últimos meses, las cuales fueron originalmente propuestas por Estados Unidos, aunque las medidas determinadas por el organismo internacional fueron más suaves que las planteadas por el gobierno de Trump.
Trump ha sido crítico de la ONU desde hace años, y ha señalado que es un club de amigos que sólo se reúnen para tomar café.