En los últimos dos años, el valor de las exportaciones de petróleo crudo a Estados Unidos cayó a ocho mil 700 millones de dólares, situación que se complicó a partir del rápido incremento de compra de productos como gasolina y gas natural, lo que llevó a que las importaciones alcanzaran 20 mil 200 millones de dólares al cierre de 2016.
De acuerdo con la Agencia de Información Energética de Estados Unidos, hasta 2014, el comercio de energía entre México y Estados Unidos fue impulsado por las ventas de crudo que hacía Pemex a la Unión Americana y por las exportaciones negras de productos petrolíferos refinados a México.
Hasta 2014, las exportaciones mexicanas de petróleo crudo a los Estados Unidos fueron el componente más valioso del comercio bilateral de energía, con el valor total de las ventas de crudo en México que superaba ampliamente el valor de los productos petrolíferos.
De 2006 a 2010, por ejemplo, el valor de las importaciones estadounidenses de energía provenientes de México fue de dos a tres veces mayor que el valor de las exportaciones de energía de los Estados Unidos.
México ocupa el segundo lugar después de Canadá en el comercio de energía con Estados Unidos. Con base en los últimos datos anuales de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, la energía representó aproximadamente 9% de todas las exportaciones de los Estados Unidos a México y el 3% de todas las importaciones estadounidenses de México en 2016.
En los primeros 11 meses del año pasado, México envió 588 mil barriles de petróleo cada día a Estados Unidos, lo que representó 100 mil menos que el promedio de 2015.
Esta tendencia es muy reciente, pues de 2006 a 2014 el promedio de envío de crudo hacia Estados Unidos representó un valor de 30 mil millones de dólares, pero al cierre del año anterior se cayó a siete mil 600 millones.
En el sentido contrario, el valor de los envíos de Estados Unidos a México subió hasta 16 mil millones de dólares en 2015, debido a que las refinerías de Pemex bajaron el volumen de producción, al mismo tiempo que la explotación para yacimientos de gas fue en picada.
Actualmente, cinco de cada 10 litros de gasolina que se consumen en el país fueron producidos en Texas, mientras que 6.5 de cada 10 provienen del extranjero en general.