A pesar de que el año pasado hubo un recorte por 132 mil 300 millones de pesos, al menos ocho dependencias públicas federales obtuvieron más recursos de los que se les otorgó incluso antes del recorte.
Salvo el caso de la Secretaría de Energía, que fue la dependencia a través de la que se canalizaron los recursos de apoyo al pago del pasivo laboral de Petróleos Mexicanos, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público gastó 66% más de lo establecido originalmente durante el año anterior, pues mientras tenía un presupuesto de 28 mil 500 millones de pesos y gastó 47 mil 427 millones.
De acuerdo con datos del observatorio económico México, ¿Cómo vamos?, el segundo lugar en el exceso correspondió a las secretarías de Turismo y de Relaciones Exteriores, que incrementaron su gasto en 58%.
Esto ocurrió a pesar de que el objetivo central del gobierno federal es incrementar el gasto en desarrollo social y actividades productivas; sin embargo, sólo la Secretaría de Turismo cumple esta función dentro de las tres que gastaron más el año pasado, mientras que la SRE y la SHCP tienen papeles principalmente administrativos y políticos.
En caso de que este escenario se repita este año, el país perdería un escalón de calidad crediticia ante las calificadoras internacionales, especialmente en un entorno en el que los ingresos petroleros son inciertos y donde la recaudación del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que representa la tercera fuente más importante de ingresos tributarios será 30% menor, debido a los estímulos fiscales aplicados para mitigar el encarecimiento en los precios de las gasolinas, según estimaciones de CI Banco.