El año entrante será complejo para la industria juguetera mexicana, pues la depreciación del tipo de cambio encarecerá entre 10% y 15% el precio final de estos productos, debido a la depreciación del tipo de cambio, situación que podría agravarse a partir del cambio en la política económica de la nueva administración de Estados Unidos, que será encabezada por Donald Trump.
El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU), Miguel Ángel Martín señaló que para 2016 el tipo de cambio no llegará a impactar mucho en la producción y precios de los juguetes al consumidor final, dado que los pedidos se realizan durante marzo y abril, y sólo repercutirán en los últimos encargos, que tienen lugar en noviembre.
Para este año, los precios para los compradores se incrementarán en promedio 5%; sin embargo, para 2017 podrían elevarse entre 10% y 15%, situación que –dijo- dependerá mucho del comportamiento del tipo de cambio, la política comercial del país vecino y del valor de las materias primas.
“Lo importante para la industria del juguete es trabajar en la apertura de nuevos mercados y así ser menos dependiente de Estados Unidos, a donde se dirige el 70% de las exportaciones del sector. Es un trabajo constante que puede tardar dos o tres años”, detalló.
La industria nacional exporta mil 400 millones de dólares anuales, lo que ayuda a mitigar los gastos en materias primas importadas. Mientras tanto, el valor del ingreso de mercancía asciende a mil 800 millones.
En el mercado interno, estimó el presidente de la AMIJU, las ventas llegarán a dos mil 500 millones de dólares en este año, un avance de 5%, respecto de 2015.
Miguel Ángel Martín enfatizó que más que un problema el escenario para 2017 debe representar un reto, no sólo para el sector del juguete sino para toda la industria nacional.
Desde inicios de diciembre, la organización realiza reuniones con líderes de las 70 empresas afiliadas, que representan 80% de las ventas internas, para trabajar en temas como innovación; desarrollo de nuevos productos; promoción de la marca México y de la apertura de nuevos mercados.
Una de las puertas internacionales que busca abrir el sector es la de Rusia, pues los jugueteros están invitados a la feria del ramo en Rusia, oportunidad en la que AMIJU buscará generar una sinergia para producir en México algunos productos que demande el país euroasiático.
La industria también tiene que lidiar con la competencia desleal que representa 10% del mercado y por los robos constates de sus mercancías, sobre todo en esta temporada.
Según la asociación, los productos que más se roban son los juguetes de licencia y que se pueden vender más rápido en el mercado negro, como los súper héroes y las muñecas Barbie.
Miguel Ángel Martín recordó que la venta de juguetes está dirigidas a tres tipos de público, divididos por edades.
La primera infancia, que incluye a niños de uno a tres años, donde destacan los peluches y sonajas; la segunda división incluye a menores entre tres y seis años, quienes consumen princesas y muñecos de acción.
El último bloque es el público de siete años en adelante. En este rango de edad se comercializan videojuegos, seguidos de cerca por las bicicletas, los montables y las pelotas.