Un cambio en la política comercial con Estados Unidos obligaría a México a voltear al mercado ruso, francés, ucraniano o canadiense para obtener los insumos de trigo necesarios para la industria, señaló Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
México es deficitario en producción de trigo, que es el segundo cereal que se consume al interior del país, pues importa cerca del 70% del total de la demanda, sobre todo el panificable, porque existen excedentes en la producción de trigo cristalino, situación que fortalece a la industria de la pasta y galletas.
José Luis Fuente, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Molinera señaló que para existen alrededor de 40 empresas que se dedican a moler el trigo y que controlan 84 plantas, entre las que destacan Trimex Molinera; Molinos Bunge; La Moderna; Elizondo; Grupo Guadalupe y la Italiana, entre otras.
Estos grupos concentran prácticamente el 80% de la capacidad instalada, aunque existen otras 30 empresas, pero con menor capacidad instalada.
Las plantas molineras se encuentran principalmente en la Ciudad de México y área conurbada.
José Luis Fuente agregó que la harina de trigo se utiliza para producir pan, pastas y galletas.
“El 11% del trigo que se consume en México es para producir pastas; entre el 10 y 12% para galletas; el 57% es para la industria panificadora y el resto es para la elaboración de tortillas de harina, obleas y cereales”, detalló el representante del ramo.
Destacó que el consumo per cápita de harina en México es de 44 kilos cada año, mientras que en Alemania es de 120 y Argentina y Chile consumen entre 90 y 100 kilos.