En México, 98% del petróleo que se extrae proviene de campos con más de 25 años de antigüedad, considerados viejos y a partir de su declinación si no se acelera un cambio en la industria, esta corre peligro.
De acuerdo con Pulso Energético, para alcanzar esta transformación es necesario acelerar el ingreso del sector privado al país y respaldar a Pemex para que incremente su tecnología y recursos, lo que permitiría inaugurar una nueva era exploratoria para el país, así como conquistar las fronteras tecnológicas actuales de producción petrolera, como aguas profundas y petróleo en campos de shale.
Esto es necesario a pesar de un entorno de precios bajos del hidrocarburo, aunque un estudio del Wall Street Journal señala que la demanda de crudo durante 2017 podría superar las estimaciones de crecimiento, lo que podría contrarrestar en algún momento del año el incremento en los inventarios petroleros de Estados Unidos.
En las últimas tres semanas, los constantes incrementos en los almacenes norteamericanos provocó una depreciación de 9% en los precios del Brent, lo que contrarrestó el terreno ganado entre el 30 de noviembre y el 8 de marzo, pues en ese lapso los precios de referencia avanzaron 10%.
Esto ocurrió después de un acuerdo promovido por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir el bombeo del insumo en 1.8 millones de barriles diarios durante los primeros seis meses de este año, mismo que puede ser prorrogado hasta el cierre de 2017.
El objetivo del acuerdo es permitir que la oferta y la demanda regresen al equilibrio antes de que termine este año para que los precios del petróleo vuelvan a niveles normales, es decir entre 55 y 60 dólares por barril.