La industria refresquera en México logró mantener un crecimiento anual aproximado de 1.2% desde 2014 y hasta este año, a pesar que las bebidas azucaradas fueron gravadas con un peso por cada litro, correspondiente al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
De acuerdo con datos de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas, las ventas en los últimos 16 años se expandieron en promedio 1.2%, pues la industria supo adaptarse al nuevo régimen fiscal y los consumidores mantuvieron el incremento en el consumo de estos productos.
Cifras de la consultora KPMG revelaron que la actividad económica de la industria refresquera representa 1.2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Al cierre del año pasado el volumen de ventas alcanzó un estimado de 18 mil 824 millones de litros, lo que representa 3.8% más al comparar el resultado con el año previo y un promedio de 4% entre 2014 y 2016, lo cual supera la media de los últimos 16 años.
Además, según KPMG los empleos generados por este sector ascendieron a 129 mil 706 trabajadores al cierre del tercer trimestre de 2016, es decir, 3.6% del total del sector manufacturero y uno de cada 400 al considerar todo el mercado laboral.
Además del IEPS, el año pasado la industria refresquera destinó cerca de 55 millones de pesos a programas de responsabilidad social encaminados a programas de salud, deportivos y educativos, mientras que en los últimos cuatro años la inversión total en responsabilidad social superó los 600 millones de pesos.
“La industria refresquera tiene un rol muy importante en la inversión de activos en México, pero también en iniciativas de responsabilidad social y en tecnologías para hacer un uso más eficiente del consumo de agua”, agrega Lorenzo Gómez Morín, gerente del Global Strategy Group de KPMG en México.