El Índice de Precios al Consumidor en Estados Unidos subió a 2.7% anual en febrero, lo que representó su nivel más alto desde marzo de 2012.
De acuerdo con el Departamento del Trabajo en su comparación mensual el alza fue de apenas 0.1%, situación que fue provocada por una fuerte disminución en los precios de los combustibles durante el mes de referencia.
Sin embargo, la tendencia subyacente permaneció consistente con una aceleración, lo que está en línea con los objetivos de la Reserva Federal que decidirá al filo del medio día si sube o mantiene sin cambios su tasa de interés.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que el IPC permaneciera sin cambios el mes pasado y que se acelerara a un 2.7% anual.