El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens aseguró que el impacto que tendrá la gasolina sobre los precios será temporal, pues no se trata de un aumento generalizado y sostenido en los precios, aunque reconoció que en algunos periodos el encarecimiento del INPC superará 4%.
"El Banco de México, y yo personalmente, considero que la liberalización de los precios de las gasolinas son una medida adecuada. El ajuste era inevitable y cuando este tipo de cambios se dan, se genera volatilidad", señaló Carstens.
Durante su participación en el Seminario de Perspectivas Económicas de México 2017, realizado en el ITAM, aseguró que este cambio es similar al del tipo de cambio cuando la fluctuación del peso pasó de un régimen fijo a uno flexible, lo que al final tuvo impactos marginales en los precios, situación que se repetirá con las gasolinas.
La modificación al esquema en el valor de los combustibles es importante porque abre el mercado energético mexicano a la inversión extranjera, que jugará un papel fundamental para compensar los riesgos ante el posible cierre de otros mercados como el de Estados Unidos, a partir de la administración de Donald Trump, comentó.
Detalló que la flexibilidad del tipo de cambio permite amortiguar los embates del exterior, por lo que el Banco de México no debe reaccionar con intervenciones en el mercado contrario, pues una baja sensible en las reservas internacionales afectaría la estabilidad económica.
Además, el valor del combustible no es el reto más grande que enfrenta el Banco de México, pues este año comenzará el ciclo de normalización de la política monetaria de Estados Unidos.
Para 2017, la Reserva Federal realizará tres incrementos que podrían generar una menor demanda en los mercados mexicanos y ajustes en los portafolios financieros, lo que desembocaría en un mayor riesgo para las finanzas del país.