La clave para enfrentar los eventuales cambios en la relación comercial entre México y Estados Unidos es incrementar los recursos que se destinan a la educación y el desarrollo de tecnología, proceso en el que se tienen que involucrar todos los sectores productivos del país, aseguran empresarios y académicos.
Uno de los obstáculos que enfrenta el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto es la estrechez presupuestal, lo que impedirá que la administración cumpla con la meta de invertir 1% del Producto Interno Bruto (PIB) en materia de ciencia y tecnología.
En su lugar, el gobierno federal apenas invirtió 0.46% del PIB en este rubro entre 2013 y 2016, lo que representó menos de la mitad de la meta.
De acuerdo con Salvador Alva, presidente del Tecnológico de Monterrey, la inversión en manufactura no será suficiente para ningún país, por lo que es imperativo cambiar el enfoque físico y privilegiar el desarrollo de tecnología patentada en el país.
En 2015, el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) registró 141 mil 839 expedientes recibidos, una cifra histórica para el país.
Sin embargo, de acuerdo con el Estudio sobre patentes de residentes mexicanos: casos de éxito desde la perspectiva de la innovación, desarrollado por Gabriela Millán Quintero, investigadora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), sólo 3% de las patentes otorgadas en México son de residentes nacionales, por lo aún existe un amplio camino por recorrer en la materia.
Para Adolfo Loera, director general de Biometría Aplicada, México está en momento crucial para migrar de una economía basada en la manufactura a una que fomente el desarrollo de la nanotecnología, el internet de las cosas, ciberseguridad y análisis de datos, que serán la base de las economías en el futuro.
De acuerdo con el Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (CONACYT), entre 2012 y 2015, el Gasto en Investigación y Desarrollo Experimental (GIDE) pasó de 0.47% a 0.57% del PIB, aunque diversos estudios señalan que para que este sector tenga un impacto significativo en la economía mexicana tiene que alcanzar 1%, abundó.
“La elección de Trump es una clara muestra de que México no puede y no debe seguir construyendo su realidad basándose en la de otros países, y está obligado a potencializar las capacidades de nuestra gente”, señaló el empresario.
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en la década de 1980 el PIB per capital del país era similar al de Corea del Sur; sin embargo, en la actualidad, el país asiático duplica este indicador, debido a que su crecimiento se basó en la innovación.
En el estudio los Emprendedores de TIC en México: Recomendaciones de política pública para su nacimiento, crecimiento y consolidación, el IMCO abundó que el país está rezagado en materia de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), pues en México las patentes en este sector representan 11.8% del total, en algunos países como Corea del Sur alcanzan 40%.
Además, en el país se crean 0.87 empresas por cada mil personas con trabajo, en Chile y Brasil se crean un promedio de 4.13 y 2.38, respectivamente.