El nombramiento de Rex Tillerson, director general de Exxon Mobile, como secretario de Estado para la administración de Donald Trump no afectarán los planes de inversión que tiene la empresa en conjunto con la petrolera francesa Total en el bloque petrolero número dos de la Ronda 1.4, pues la estrategia del futuro mandatario estadounidense se centra en los negocios más que en la política, aseguró Ramsés Pech, especialista en materia energética de la consultora Caraiva y Asociados.
Además, el contrato que ganaron ambas firmas está protegido por una garantía de seriedad de tres millones de dólares, es decir, si Exxon Mobile decidiera no firmar el contrato, tendría que desembolsar esa cantidad como indemnización al gobierno mexicano.
La alianza entre Total y Exxon traerá una inversión por seis mil 700 millones de dólares en los próximos 25 años.
“Hay que tomar en cuenta que Exxon es una de las empresas que tiene más refinerías en Estados Unidos y es más barato traer el petróleo del Golfo de México que de Medio Oriente o Rusia”, comentó el experto.
De acuerdo con datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, en ese país existen 141 refinerías y del total de la gasolina que produce 95% es para consumo doméstico.
“La capacidad de producción de gasolina cubre la demanda interna, lo que quieren es ampliar su potencial de exportación hacia México y Centroamérica, porque los países que controlen el agua y la energía son los que van a tener estabilidad económica de largo plazo”, abundó Ramsés Pech.
Por ello, el nombramiento del nuevo secretario de Estado podría consolidar las inversiones estadounidenses hacia México en el desarrollo de infraestructura energética, como la construcción de ductos para gasolina, estaciones de servicio, terminales de almacenamiento, e incluso refinerías, recursos que llegarían a partir de 2018.