La calificadora Moody’s consideró que en caso de que la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) encuentre motivos suficientes para determinar que hubo colusión o manipulación de precios en el mercado de emisiones de bonos del estado, representaría un problema en la calidad crediticia para las instituciones sancionadas.
El pasado 19 de abril, la COFECE anunció que había iniciado una investigación oficial sobre la supuesta manipulación de precios o la colusión en el mercado de bonos del Estado, aunque no especificó qué instituciones se integraron en el expediente, pues señaló que todos los participantes en el mercado estarían incluidos.
Los bancos son los mayores intermediarios de este sector y quienes resulten implicados enfrentarían multas de hasta el 10% de su ingreso anual, mientras que las personas que se encuentran culpables pueden enfrentar hasta 10 años de prisión.
La COFECE se centrará en la actividad comercial durante el período de 120 días laborables entre octubre de 2016 y abril de 2017 y puede tomar hasta septiembre de 2018 para anunciar sus conclusiones.
El comercio ha sido una importante fuente de ingresos para los bancos mexicanos, contribuyendo, en promedio, a alrededor del 10% de sus ganancias antes de impuestos en los últimos cinco años.
“El poder de la COFECE para luchar contra la concentración del mercado se expandió como parte de las reformas económicas de 2013 en México. Desde entonces, la comisión se ha vuelto más activa al intentar fomentar la competencia en un país que ha estado dominado por grandes monopolios y oligopolios”, detalló Moody’s.
La deuda del gobierno mexicano es de las más negociadas en los mercados emergentes. La deuda total ascendía a cerca de seis billones de pesos (300 mil millones de dólares) al cierre de 2016, y en los 12 meses que terminaron en marzo de 2017, el comercio diario de bonos del gobierno mexicano promedió alrededor de 145 mil millones.