En respuesta a la baja de la calificación de Petróleos Mexicanos (PEMEX) por parte de Fitch y Moody’s el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que es una “burla” todo esto de las agencias, y agregó que “sin embargo, todavía quedan estos remanentes, toda esta información que utilizaban para manipular en la época del neoliberalismo, neoporfirismo”.
También aseguró que la bajas no afectan en nada a la paraestatal e incluso afirmó "que sus calificaciones están tan desacreditadas como la opinión del Fondo Monetario Internacional".
Destacó por igual que el saldo de la deuda de Petróleos Mexicanos (PEMEX) para el primer trimestre de este año fue de 107 mil 387 millones de dólares (mdd), lo que significa que este pago disminuyó en 15.5% en comparación con lo que se reportó al último trimestre de 2018, en el que además se llegó a un incremento de 60% en comparación con el arranque de la administración pasada.
Como se sabe, hace una semana Fitch bajó la calificación de PEMEX al terreno especulativo al situarla en B+, mientras Moody’s lo mantuvo en B1, pero con una perspectiva negativa.
Asimismo aseveró que “cuando no sólo estaba mal la economía, sino imperaba la corrupción en PEMEX y todas las empresas públicas, era muy buena la calificación”.
Ahora bien, de acuerdo con las agencias calificadoras el grado crediticio de la dependencia que tienen las finanzas de PEMEX al gobierno federal aunque también influyeron los recientes accidentes en varias plataformas, que además de las lamentables pérdidas humanas, ocasionaron la pérdida de 700 mil barriles en un solo día en el centro Nohoch Alfa del activo Cantarell.