La Procuraduría General de la República (PGR) investiga el ciberataque al software que conecta a los bancos con el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI) con el que habrían sido sustraídos en forma ilegal entre 200 millones y 400 millones de pesos.
De acuerdo con autoridades federales, cuatro bancos han presentado denuncias, mismas que han sido acumuladas por el Ministerio Público Federal, en una sola carpeta de investigación.
En la indagatoria que se lleva a cabo, se integrará personal de la Unidad de Investigaciones Cibernéticas y Operaciones Tecnológicas creada apenas el pasado 8 de diciembre y adscrita a la Agencia de Investigación Criminal de la PGR.
Según información preliminar, entre el 16 y el 27 de abril fueron vulnerados tres softwares con los que distintas instituciones bancarias estaban conectadas al SPEI; simultáneamente, los ladrones cibernéticos hicieron transferencias ilegales a cuentas de las que el dinero fue retirado casi de inmediato.
Los datos disponibles apuntan que los hackers presumiblemente transfirieron 820 millones de pesos, pero sustrajeron de 200 a 400 millones de pesos.
Las autoridades financieras sospechan que los piratas lograron robar el dinero en una operación en la que pudieron haber recibido el auxilio de empleados de las instituciones bancarias.