Para los mercados, Trump ya no es una amenaza. Las instituciones estadounidenses echaron abajo la mayoría de los planes que son considerados radicales y populistas por la mayoría de los hombres de negocios.
Como parte de su mandato, Donald Trump aseguró que en los primeros 100 días catalogaría a China como un país manipulador de la moneda, situación que sigue bajo evaluación del gobierno de Estados Unidos y que se realizará de forma institucional, por lo que después del plazo referido, no alcanzó este objetivo.
El mandatario también afirmó que realizaría una reforma tributaria que generaría “recortes masivos” en el pago de impuestos para los empresarios y la clase media, con el objetivo de estimular la inversión y el consumo.
Hasta el momento, la propuesta no se ha hecho pública –situación que ocurriría antes de que concluya esta semana, según declaraciones del mandatario-, y el Congreso no ha recibido ningún borrador de la misma.
Además, aseguró que detonaría la creación de infraestructura, aunque hasta el momento sólo hay un proyecto transnacional que es la construcción del gasoducto que baja de Canadá a Dakota del Norte.
En relación al sistema educativo, es un tema que el mandatario dejó de lado y que no forma parte de su agenda, pese a que entre sus promesas incluyó una reforma a este sector.
Otra de las cosas que afirmó es que impondría nuevas tarifas comerciales, pero sólo Canadá sufrió un revés en este tema, en materia de comercio bilateral de madera, e incluso, los atuneros estadounidenses podrían recibir un trato diferenciado de México, debido a que el etiquetado Dolphin Safe provocó daños a las firmas nacionales que participan en este sector.
Tal vez los dos reveses más grandes que recibió el mandatario en los primeros 100 días –desde el punto de vista político- fue el rechazo del Congreso a aprobar los recursos para la construcción del muro fronterizo, y negarle la desaparición del Obamacare, al que consideró como “desastrozo”.
De los siete compromisos, el mandatario sólo fue capaz de cumplir dos y de forma muy parcial, por lo que la presión sobre su administración será cada vez mayor.