Como se esperaba, la Reserva Federal (FED) a través del Comité de Mercado Abierto, mantuvo la tasa de interés sin cambio en 0.0%-0.25%, al igual que su programa de compra de activos.
Sin embargo, el banco central de Estados Unidos ya abrió la posibilidad para que pronto se puedan comenzar a reducir los incentivos, expediente conocido como “tapering”, máxime las presiones inflacionarias que persisten en la economía más influyente del planeta.
De hecho la FED reviso al alza sus pronósticos de la inflación para este año a 4.2% vs 4.1% y para 2022 del 2.2% al 2.1% anterior.
En función de ello, el alza de tasas de interés se prevé que inicie en 2022 y se proyectan hasta tres incrementos para 2023, pese a que la FED reiteró que las presiones inflacionarias que se presentan son temporales.
En cuanto al crecimiento de la economía, el banco central de EU revisó a la baja su previsión para este año de 7% a 5.9%, pero en cambio elevó la estimación para el año que viene de un 3.3% a 3.8%.
A su vez se espera que la tasa de desempleo pueda sostener la trayectoria ascendente hacia 2023, aunque con un ritmo ligeramente más lento en este año, con un 4.8% vs 4.5% anterior.