Más allá del recorte al presupuesto del 2017, los recursos para el cuidado de la salud muestran un marcado deterioro.
Judith Senyacen Méndez especialista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señaló que en los últimos años el gasto en este renglón no ha acompañado al crecimiento de la población beneficiada.
Al detalle en 2008 el número de derechohabientes era de 92 millones de personas, cifra que tuvo un crecimiento del 60% con la entrada de los programas para salud universal que ampliaron la cobertura a prácticamente toda la población.
De igual forma del 2010 al 2017 el crecimiento promedio anual del número de protegidos fue del 6.3%. En tanto que el gasto público en salud aumentó en promedio sólo 2.9% anual.
Este ritmo derivó en un descalce del gasto per cápita del 15% , al pasar de un presupuesto por persona cercano a los 3 mil 222 pesos a sólo 2 mil 726.
Además Senyacen hizo ver que las reservas de recursos no son iguales para todos, pues mientras que el presupuesto per cápita para los trabajadores de PEMEX, SEDENA y SEMAR ronda los 10 mil 600 pesos, los beneficiarios del IMSS cuentan con 3 mil 510 pesos por persona y los del seguro popular apenas tienen un colchón por cabeza cercano a los mil 170 pesos.
Apuntó que actualmente nuestro país destina para este rubro el 2.7% de su PIB, mientras que en economías como Japón, Alemania y Suecia el gasto para este fin asciende al 9% de su producto interno bruto y el promedio de la OCDE es de 6.6%, lo que muestra que la brecha en este renglón es aún enorme.