La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) señaló que México podría conseguir una expansión económica de 2.1% en el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
El pronóstico se encuentra ligeramente debajo del 2.3% que había estimado en octubre pasado y coincide con la estimación de los Criterios Generales de Política Económica recientemente presentados.
De acuerdo con la CEPAL la economía seguirá sustentada en el consumo interno, aunque ésta ha mostrado una desaceleración considerable en este año.
La moderación del PIB también está relacionada con las tensiones comerciales que “definitivamente afectarán a México y a América Latina en general”.
La secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, señaló que con este pronóstico de crecimiento, la comisión se convierte en el organismo internacional menos optimista sobre el PIB de México, detrás del Fondo Monetario Internacional (FMI) que al cierre de noviembre previó que el PIB registraría una expansión de 2.3% y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que anticipa un crecimiento de 2.5%.
Sin embargo, ubica su previsión por arriba del pronóstico medio del mercado, que es de 1.8%.
La funcionaria identificó como los principales riesgos para la economía mexicana como la corrupción, desigualdad, la inseguridad y fallas del estado de derecho, y señala que esos son de los principales temas que debe atender el nuevo gobierno.
La funcionaria señaló que “el cambio de las condiciones de financiamiento internacional por el alza de tasas de Estados Unidos y el menor apetito por el riesgo emergente, cobran relevancia en un momento donde internamente, México transita por un cambio en la política energética, lo que sin duda modifica el punto de atractivo del país para las inversiones en 2019”, señaló Bárcena.
Descartó que la cancelación de la constricción de lo que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) sea el origen de la incertidumbre y desconfianza hacia nuestro país, pero sí la nueva política energética.
“Es el cambio de la política energética el que modificó o puede cambiar el apetito de los inversionistas hacia México” indicó.