La primer ministra de Gran Bretaña, Theresa May sufrió este martes un gran revés al dictaminar la Suprema Corte que no puede utilizar su perrogativa real para ordenar la salida de su país de la Unión Europea, sino que se requiere el voto del parlamento.
En lo que se asegura es una de las decisiones constitucionales de la Suprema Corte de ese país en los tiempos modernos, por una mayoría de 8 a 3 la institución decidió que May no puede comenzar el proceso de dos años para retirar a la GB de la Union Europea sin antes obtener la autorización de los legisladores en ese país.
Para ello debe empujar una votación en un esquema que debe comenzar a finales de marzo.
Lord Neuberger, presidente de la Suprema Corte, aseguró que la legislación doméstica debería cambiar porque la separación del Reino Unido de la Unión Europea amenaza los derechos de los residentes en esa nación, por lo tanto el gobierno no puede activar el Artículo 50 sin autorización del parlamento, sólo 3 de los 11 ministros se mostraron en contra la moción.