La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) confirmó este miércoles algo ya esperado por los expertos en el mercado, que es una reducción de las perspectivas de demanda de crudo debido a la parálisis económica en algunas zonas de China debido al coronavirus.
Los países que conforman el cartel recortaron en 230 mil barriles diarios la demanda esperada, lo que ubicó el aumento final en menos de un millón de barriles al día, un 20% menos de los esperado hasta ahora.
LA OPEP dijo además que en los tres primeros meses del año, la merma en el crecimiento previsto de la demanda será de 440 mil barriles diarios, aproximadamente la tercera parte del aumento proyectado hasta ahora.
Cabe señalar que la incertidumbre sobre el impacto real del virus sobre el crecimiento mundial llevó el lunes al barril de crudo Brent (el de referencia en Europa) a su nivel más bajo en un año. Con todo, en las dos últimas jornadas el precio del crudo se ha recuperado levemente hasta el entorno de los 55 dólares por barril.
Los especialistas de esta organización explicaron que el coronavirus afecta a la demanda agregada y, sobre todo, al transporte, y ambos factores presionan a la baja la demanda de energía por parte de China. Y, dado que el peso del gigante asiático se ha multiplicado en las últimas décadas —hasta rivalizar con Estados Unidos por la etiqueta de primera potencia mundial—, la incidencia de sus altibajos se magnifica. "En los últimos años, el combustible para transporte, y especialmente el de aviación, ha sido un factor importante para el crecimiento de la demanda china.
Hacen ver que es probabble que el virus también tenga un impacto significativo sobre el sector industrial. Señalan que el desarrollo de los acontecimientos en China requiere jun monitoreo constante para calibrar sus implicaciones.
Incluso la OPEP detalló que la mayor parte de la caída en la demanda mundial prevista para el primer semestre: el segundo máximo consumidor global —sólo por detrás de EU— reducirá su consumo en 200 mil barriles por día y cerrará 2020 con un alza en su demanda de apenas 1.7% más que el 2019, ejercicio que de por si ya estuvo marcado por la guerra comercial con el gobierno de Donald Trump.
Asimismo proyectaron que Europa reducirá también levemente, quizá en un 0.33%, su consumo de petróleo esto por las políticas de sustitución de combustibles fósiles por energías renovables.
En contraposición esperan que en América Latina aumente en un 1.75% lo que podría favorecer a que por fin en más de dos años la demanda global de crudo supere los 100 millones de barriles diarios, 1% más que el 2019.
Lo anterior se dio a conocer justo cuando Arabia Saudita, líder de facto de la OPEP, negocia con Rusia, su principal aliado fuera de la OPEP, para pactar un nuevo recorte de 600 mil barriles diarios en la producción, lo que se sumaría al pacto de diciembre pasado de 1.7 millones de barriles menos en el ejercicio que comienza, todo ello para evitar un desequilibro mayor entre la oferta y la demanda.
Y es que el cartel se encuentra actualmente en plena lucha contra el empuje del fracking estadounidense —que ya es el primer productor mundial—.
Así que se sumó un nuevo factor de descompensación entre las dos fuerzas del mercado, lo que le dará un argumento más para Riad en su batalla por profundizar en su política de recortes puesto que con los actuales niveles de precios la mayoría de los pozos son aún rentables, lo que permite a muchos países petroleros sostener con alfileres sus cuentas públicas.
Busca AMLO revocar concesión de 100 años en el Puerto de Veracruz
Qué debo saber
Ago. 18, 2020, 4:36 p.m.