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Pagan permisionarios de gasolinerías hasta 100 mil pesos por derecho de piso: AMPES

A su vez, Roberto Díaz de León, ex presidente de ONEXPO, alertó porque "el crimen organizado ya analiza cómo usar tecnología y cómo evolucionar para destruir valor"

Escrito por: Roberto Romero Junio 20, 2022, 5:36 p.m. Empresas

La inseguridad es uno de los factores que más golpean a los permisionarios de gasolinerías en el país, e incluso, se estima que hay dueños de estaciones de servicio que pagan hasta 100 mil pesos mensuales para que el crimen organizado los deje trabajar con tranquilidad, afirmó Alicia Zazueta, vicepresidenta de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES).
Explicó que “varía dependiendo la zona, pero si son cantidades mensuales muy grandes, incluso de 100 mil pesos al mes, podemos observar este fenómeno en entidades como Michoacán, donde los empresarios tienen que lidiar con la inseguridad en todos los niveles”.
Agregó que entre los problemas más constantes que enfrentan los gasolineros se encuentra el pago por derecho de piso, robos de pipas y asaltos frecuentes, por lo que los empresarios deben invertir importantes cantidades en seguridad.
Zazueta también indicó que “instalan cámaras por todas partes, capacitación constante, cuentan con un guardia armado y con el apoyo o colaboración de autoridades locales, que a veces, hasta les llegan a cobrar”.
Dijo que es necesario fortalecer la seguridad en el proceso de logística del producto, ya que el transporte de petrolíferos no se escapa de atracos.
Hizo ver que “en la carretera, el crimen organizado detiene la unidad, bajan al transportista y se llevan la carga, tenemos muchos casos abiertos al respecto, incluso, la delincuencia entra a instalaciones que actualmente están cerradas por aspectos regulatorios o por remodelación y buscan operarlas”.
A su vez, Roberto Díaz de León, ex presidente de ONEXPO, manifestó que uno de los principales retos de los gasolineros es el huachicol, ya que el robo de combustible genera pérdidas muy importantes para el sector, y aunque el gobierno ha tratado de contrarrestar esta situación, el robo de combustible evolucionó a un huachicol fiscal.
Apunto por igual que “el crimen organizado ya analiza cómo usar tecnología y cómo evolucionar para destruir valor, ya son delincuentes de cuello blanco”.
 
 
 
 

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