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Pandemia, conflictos armados y cambio climático sumaron 20 millones de personas a la crisis alimentaria en 2020

En el Informe de la Red Mundial contra la Crisis Alimentaria alertó además que para este 2021 el panorama es igualmente sombrío

Escrito por: Roberto Romero Mayo 5, 2021, 4:56 p.m. Bazar

Casi 20 millones de personas más sufrieron crisis alimentaria el año pasado en medio del conflicto armado, la pandemia  ocasionada por el COVID-19 y los extremos climáticos aseguró el informe del Programa Red Mundial contra la Crisis Alimentaria que además subraya que para este 2020 las perspectivas son igualmente sombrías.
La agencia humanitaria, creada en 2016 por la Unión Europea y Naciones Unidas, también advirtió que la inseguridad alimentaria aguda se ha empeorado desde 2017, el primer año de su informe anual sobre crisis alimentarias.
António Guterres, secretario genera de la ONU señaló que “debemos hacer todo lo posible para poner fin a este círculo vicioso. No hay lugar para el hambre y la inanición en el siglo XXI”.
Cabe señalar que la inseguridad alimentaria aguda se define como aquella falta de comida que amenace la vida, medios de vida o ambos. De esta forma y de acuerdo con el reporte liberado hoy al menos 155 millones de personas sufrieron por ello en 2020, la cifra más alta en los cinco años de existencia del reporte.
El documento advirtió que no se espera que la situación mejore este año, impulsada principalmente por los conflictos armados y las medidas de contención relacionadas con el COVID-19 como factor agravante.
Se detalla que dos de cada tres personas afectadas por las crisis alimentarias el año pasado estaban en África, aunque otras partes del mundo no se salvaron, con Yemen, Afganistán, Siria y Haití entre los 10 lugares con mayores daños.
En una declaración conjunta la UE, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (PMA) y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) afirmaron que “la pandemia de COVID-19 ha revelado la fragilidad del sistema alimentario mundial y la necesidad de sistemas más equitativos, sostenibles y resilientes”.
En la misma también se hizo énfasis en que “es necesaria una transformación radical de nuestros sistemas agroalimentarios” y se advirtió que “si las tendencias actuales no se revierten, las crisis alimentarias aumentarán en frecuencia y severidad”.
En el informe se indica además que por ejemplo en Burkina Faso, Sudán del Sur y Yemen, 133,000 personas se encontraban en la fase más severa o “catastrófica” de inseguridad alimentaria el año pasado, lo que requirió una acción urgente para evitar una muerte generalizada y un colapso total de los medios de vida.
Además al menos otras 28 millones de personas se encontraban en una fase de “emergencia” de la crisis alimentaria, lo que significa que estaban a un paso de la hambruna y requerían una acción urgente para salvar vidas y medios de subsistencia, y evitar el hambre.

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