Petróleos Mexicanos acumuló su cuarto año consecutivo con pérdidas, pues en 2016 acumuló una pérdida de 296 mil siete millones de pesos en todo el año, aunque la merma fue 58.5% menor al del ejercicio de 2015.
Pese a que la reforma energética fue aprobada desde 2014, la empresa todavía no alcanza a dar la vuelta a los malos resultados.
Sin embargo, la empresa mejoró su situación en el capital de trabajo, pues al 31 de diciembre de 2016 este rubro se ubicó en un negativo de 66 mil 500 millones de pesos, lo que representó 62% menos que en 2015, como resultado de un incremento de 54 mil 200 millones en el efectivo y equivalentes, que fue contrarrestado a partir del pago de impuestos y amortizaciones de financiamientos.
Además, la empresa redujo en 17 mil millones de pesos la deuda a sus proveedores como consecuencia del pago parcial de compromisos existentes y una disminución de 16 mil 300 millones de pesos en la deuda de corto plazo, a partir del pago de líneas de crédito y la recompra de bonos con vencimiento en el corto plazo y que se intercambió por nueva deuda con más tiempo para pagar.
El director de Finanzas de la empresa productiva del Estado, Juan Pablo Newman comentó que las mejoras provienen de un ajuste severo al presupuesto y mayor control en gastos y la estabilidad en el precio del barril de hidrocarburo, lo que mejoró los resultados de las ventas.
Los pasivos laborales de la empresa se redujeron en 50 mil millones de pesos, pues bajaron de 1.279 billones al cierre de 2015, hasta 1.220 billones el año pasado, después de que se aplicara una negociación sobre el Contrato Colectivo de Trabajo con el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Aunque José Antonio González Anaya, director general de Pemex pronosticó que la empresa será rentable en 2019, la producción petrolera cayó poco más de 9% en el último año, al cerrar en un promedio de 2.07 millones de barriles diarios, situación que continuará este año, pues se espera que la extracción de crudo cierre 2017 en 1.925 millones de barriles por día.
Esto representaría su peor cifra desde 1980, especialmente a partir de los recortes por tres mil 600 millones de dólares en proyectos de exploración y producción mar adentro.