Luego de la baja de la perspectiva en la calificación que otorga Fitch Ratings a México, se modificaron ajusto también a negativa las proyecciones para Pemex, CFE y Kimberly Clark dada su sensibilidad ante una posible acción sobre la calificación soberana.
Lucas Aristizabal, especialista de la firma apuntó que los principales factores que podrían conducir, individual o colectivamente, a una baja de las calificaciones de México son: Un mayor deterioro de los vínculos económicos, comerciales y financieros de México con Estados Unidos que debilitaran las perspectivas de inversión y crecimiento, un avance más débil del PIB y un deterioro fiscal que agravara la dinámica de la deuda pública.
Resaltó que hasta ahora el crecimiento económico de México ha estado por debajo del de sus pares y la carga de deuda gubernamental ha estado creciendo constantemente en años recientes.
Detalló que promedio de crecimiento económico de México de los últimos cinco años apenas fue de de 2.4%, por debajo de la mediana de 3.1% para los países calificados en la categoría BBB.
Y enfatizo que para 2017 Fitch ajustó su pronóstico de crecimiento del producto interno bruto para por debajo de 2%.
Además, agregó que las finanzas públicas enfrentan presión por la caída en los ingresos provenientes del petróleo, a pesar de que los ingresos no petroleros han aumentado desde 2013, derivado de las reformas y ajustes en el gasto.