Fuentes de Petróleos Mexicanos (PEMEX) admitieron que no será posible reabrir oleoductos para el envío de gasolina como consecuencia de los sabotajes que realizan los llamados huachicoleros.
La problemática se torna peor si se considera que en estos momentos solamente 2 de las 6 refinerías con las que cuenta México trabajan con normalidad, en este caso Tula y Cadereyta que procesan 120 y 90 mil barriles diarios, respectivamente.
Información de PEMEX señala que a noviembre de 2018 sólo 32.1% de la capacidad de refinación se utilizaba para producir gasolinas.
Pese a esta problemática el gobierno decidió echar dar marcha a la estrategia contra el huachicoleo con el cierre de ductos y abastecer al mercado por medio de pipas
El director de PEMEX, Octavio Romero informó ayer a los gobernadores de Guanajuato y Jalisco, Diego Sinhue y Enrique Alfaro, respectivamente que personal de la empresa intentó abrir el poliducto de Salamanca y tuvo que cerrarlo y suspender la operación en menos de dos horas debido al robo del combustible.
El gobernador de Jalisco indicó que Romero hizo ver que los huachicoleros apenas detectan combustible en el ducto y lo toman y que incluso "el daño del poliducto es de tal magnitud que se hace imposible reabrirlo".
Diego Sinhue de Guanajuato señaló por su parte que el abasto por pipas es insuficiente para abastecer la demanda y afirmó que 73% de las estaciones de servicio en Guanajuato no tienen abasto de gasolina y Alfaro puntualizó que en Guadalajara la mitad de expendios no tienen suficiente gasolina.
Romero se comprometió a entregar a Jalisco todos los días 94 mil barriles mediante pipas hasta regularizar el suministro subterráneo, lo que significa que se tendrán que trasladar a la entidad 300 pipas.
Ayer el presidente Andres Manuel López Obrador declaró que “a ver quién se cansa primero: los que se roban el combustible o nosotros”.