La penetración del crédito en el país, pasó de 29% en enero de 2014, cuando se promulgó la Reforma Financiera a 34% en diciembre de 2016; sin embargo, falta mucho camino por recorrer para llegar a la meta del Gobierno Federal, de una penetración de 40% al final del sexenio.
De acuerdo con datos del Banco Mundial (BM) y de la Asociación de Bancos de México (ABM), al inicio del siglo la penetración del crédito era de 15.5%.
Ricardo Delfín, socio líder de Auditoría en Servicios Financieros de KPMG en México comentó que la Reforma Financiera busca un incremento de la penetración bancaria medido con el otorgamiento de crédito en proporción del producto interno bruto (PIB) del país, mismo que en México se encontraba en los niveles más bajos de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de países comparables, incluso dentro de América Latina.
Aunque hay avances en las cifras que reportan las 47 instituciones de banca múltiple, aún se puede trabajar en diversos temas, consideró el analista.
Entre ellos destaca facilitar créditos y reducir el costo para las pequeñas y medianas empresas.
Otro factor que puede estimular el incremento del financiamiento es dar mayor difusión a la educación financiera que permita a los usuarios tomar mejores decisiones en la contratación de productos financieros, así como el avance de la banca digital que facilita el acceso a servicios financieros y que atraiga a las nuevas generaciones.
Agregó que hay que estar atentos al entorno económico en los siguientes meses, incluido el incremento de las tasas de interés por parte del Banco de México, que sin duda repercutirá en índices como el costo anual total, las tasas variables contra las tasas fijas, y los periodos de pago.